En esta pieza de este cuarto de hoja
relato suavemente que hoy declaro
el día del fin de los tiempos potenciales y del pretérito imperfecto.
Hoy sos mi presente, sos el ácido que sin lastimar
y sin herir, si no que cubriendo lo contrario del acto,
repara en mi cada desaliento, cada sonido y gusto amargo
perteneciente a aquel quien escribe la historia del no solo ser,
si no la que conecta al titilador con el pensamiento.
Hoy te alojo en mi memoria,
quien te recuerda y se sonroja al mismo tiempo.
Hoy te otorgo el papel secundario,
rezando porque mañana te conviertas en el
actor principal, porque hoy sos frescura.
Sos suspiro sin razón e indespreciable
sos aquel adaptador al territorio del sentido
porque tus besos son mi paz y tu mirada el mas allá
porque el contacto lo es todo y nada al mismo tiempo.
Porque tejo los ejemplares de algo nuevo
y a veces temo que sea el ingrediente de un sueño
entonces te cierro los ojos, mi fiel presente,
pero no mi corazón.
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